¿Qué hago con este sentir?

¿Hay algún sentimiento que no puedes resolver?


Pasa el tiempo y sigue presente, cada vez se hace más grande o aparece más recurrente.


¿Alguna angustia, tristeza, resentimiento, enojo, frustración, rechazo, asco o incluso un miedo que esté presente en tus días? 


Si alguno de estos sentimientos está presente en tu vida recurrentemente en el mismo ámbito, es hora de que hagas algo con ello. 


Si se presentan, es porque tienen un mensaje, una señal para manifestar. 


Este sentir es una expresión de que algo no se resolvió en el pasado o incluso una visión del futuro que todavía no sucedió. 


El conflicto es cuando este sentir impide que se genere un avance o la realización de un deseo.Por ejemplo, quiero conseguir pareja, pero siento que tuve una mala experiencia de sufrimiento con parejas anteriores.  

Por eso, no quiero volver a sentir lo mismo.  

Aun así, el deseo de compartir mi vida, formar una familia y sentirme acompañado sigue presente.


Es aquí cuando tomamos consciencia de en qué aspectos de la vida están estas limitaciones por estos sentimientos, pensamientos y emociones


Llevar ese sentir a la expresión y comunicación es lo que “hay que hacer”.

Imaginemos que es como una semilla de una experiencia que tuvimos, con el paso del tiempo fuimos regando con pensamientos y más sentimientos iguales o similares, los cuales hicieron que crezca el árbol hasta tal punto que tapa la luz que te permite ver.

Desde esta metáfora vamos hacia podar este árbol que está impidiendo el ingreso de la luz. 


Las hojas son los pensamientos, las ramas representan las creencias, y el tallo, la emoción que sostiene todo el sistema.

La gran pregunta que se hace la mente aquí es, ¿Cómo lo hago? ¿Qué tengo que hacer?


El punto fundamental de todo sentir es darle lugar a ser expresado, a través de la comunicación verbal y no verbal. 


Aquí viene lo interesante, donde te vas a encontrar escuchándote de cómo te sentís siendo lo más sincero posible. 


Escucharte te abre la percepción y eleva tu nivel de conciencia, permitiéndote mirarte con nuevos ojos.


La expresión es la herramienta que se utiliza para la poda del árbol, a través del hablar se va discerniendo el árbol completo hasta descubrir su raíz. 


Mi recomendación para que la expresión sea contemplativa, es que busques a un profesional que te guíe y acompañe en el transcurso de esa expresión emocional. 


Es de suma importancia que el ambiente donde te expreses sea contenido, porque manifestar lo que sientes es un acto de vulnerabilidad y exposición, donde si esa energía no se contiene, el proceso emocional queda incompleto.


Estoy aquí para acompañarte en el proceso de expresión y liberación.  Damián Romero.



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