Al ser consciente, vuelvo a elegir.

 Al ser consciente, vuelvo a elegir.



¿Cuántas veces te sentís en modo automático?
¿Sentís que todo se repite en tu vida?
¿Las parejas, los amigos o los vínculos que formás traen siempre los mismos problemas?
¿Cuántas situaciones repetidas vivís sin darte cuenta?

Que hoy estés leyendo esto ya marca un punto de quiebre.
Es un momento bisagra donde tu conciencia te permite empezar a ver las cosas de otra manera.

La cuestión es…
¿Qué es lo que querés ver distinto?
¿Qué querés cambiar en tu vida?
¿Qué aspectos o ámbitos deseás transformar?

Porque si no sos consciente de qué querés modificar… no sabés por dónde empezar.

Y si no te observás viviendo una vida que no te gusta, o que sabés que podrías mejorar,
¿Cómo vas a querer buscar algo distinto si ni siquiera cuestionás lo que sentís hoy?

Hoy te invito a hacerte estas preguntas:
¿Dónde estás incómodo/a?
¿Dónde hay estrés en tu día a día?
¿Dónde querés cambiar o mejorar?
¿Qué deseás para vos?

Esperá…
Respondelas para vós.
Date un momento de sinceridad para reconocer dónde estás parado/a hoy.
Porque desde ese lugar, podés elegir el camino a tomar.

La invitación es a la sinceridad propia.
A reconocer tu realidad actual, por más difícil que sea.
Es necesario hacerlo si realmente querés un cambio.
Y si no lo deseás, podés dejar todo como está y continuar con tu dia.
Aunque… si estás leyendo esto, probablemente una parte de vos ya esté lista para cambiar.
Algo dentro tuyo quiere ser reconocido y convertirse en una nueva experiencia.

Ahora bien… ¿Estás dispuesto/a al cambio?
¿Estás dispuesto/a a ser consciente de dónde estás parado/a hoy?

Ser consciente de tu presente, de la posición que ocupás en tu vida, en tu día,
del rol que cumplís como pareja, hijo/a, madre, padre, amigo/a, jefe/a, empleado/a, o dueño/a, te da la posibilidad de decirte:
Hoy me encuentro acá. Con este lío, este caos, estos conflictos internos y externos.

Y preguntarte:
¿Qué hago con todo esto?
¿Puedo resolverlo solo/a?
¿Necesito ayuda?
¿Tengo los recursos para hacerlo?

Lo más importante es, ¿Elijo volver al mismo conflicto una y otra vez?

Ser consciente del lugar en el que estás parado/a te da la posibilidad de volver a elegir.
Y entonces aparece la gran pregunta:
¿Qué elijo?
¿Me resulta difícil hacerlo?
¿Qué límites aparecen al saber que ahora la responsabilidad está en mí y no en los demás?
¿Qué pensamientos me invaden cuando me doy cuenta de eso?

La elección consciente es un camino de autonomía, independencia y madurez emocional.


Decidís desde tus valores, desde lo que realmente es importante para vos, priorizando tu deseo y tus metas… siempre y cuando eso no genere sufrimiento a otros (tema que da para otro blog)

Entonces…

¿Qué implica ser consciente de mis elecciones?
Primero, estar en el momento presente para sentir.

Sí, simplemente sentir lo que hay dentro tuyo.
Para que la impulsividad no te arrastre ni te nuble con emociones intensas.

En el momento presente hay sentimientos y emociones que corresponden al momento exacto que estamos viviendo -ahora- estos sentimientos son la guía para ser consciente de donde estamos parados, y desde donde estoy creando, con que sentir me encuentro ahora. 

El sentir es una unión compleja del cuerpo y mente generando un tipo de información para mantenerte vivo (en líneas generales), si eres consciente de cómo te sientes puedes observar, si este sentir es positivo o negativo.

Cualquiera sea la respuesta, podés elegir:
Sostenerlo… o liberarlo.
Sostenerlo es más simple, ya está en vos.
Liberarlo implica que estés dispuesto a ver qué información representa ese sentimiento que se genera en tu cuerpo y la mente lo interpreta. 

Si estás dispuesto/a a mirar esa información, ahí sucede el cambio.
Porque permitís que el sentir se exprese, que diga lo que estaba callando.
En esa expresión, aflora la información oculta.

Digamos que sí, que estás dispuesto/a a mirar lo que estás manifestando.
Solo con eso… ya sos consciente.
Y eso te da la posibilidad de volver a elegir:
¿Lo quiero o no lo quiero más en mi vida?
¿Lo acepto o lo rechazo?

Lo importante es que esa nueva elección esté alineada con tu deseo real de transformación,
interna y externa.

Con todo lo que eso implique: aceptar, negar, soltar o sostener la información que vivís.


Estoy aquí para acompañarte.
Damian Romero.

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