¿Estas listo/a?

 

Seguro que tienes una meta u objetivo en tu vida, ya sea en el trabajo, en relaciones de pareja o sociales, en el desarrollo personal o algún otro ámbito que quieras crecer, este objetivo se convierte en una carrera a ganar, un logro a desarrollar, la cual uno se prepara para ello. Esta preparación puede ser tanto física o mental, pero la cuestión es ¿Cuánta preparación necesitas? ¿Realmente necesitas mucha preparación para lograrlo? O ¿podes comenzar ahora e ir adquiriendo experiencias en el camino? ¿Cómo te das cuenta que estás preparado para comenzar la carrera hacia tu objetivo? ¿Que necesitas? ¿Que obstaculiza el comienzo? ¿Realmente cuanto más tiempo necesitas? ¿Cuánto más tiempo lo vas a seguir postergando?.

Querer tener todos los recursos antes de comenzar, querer tener el control de cómo y cuándo sucederán las cosas te llevara a la postergación del comienzo de ese objetivo en tu vida, generando insatisfacciones constantes y frustraciones por no sentirte satisfecho.

Esta información puede resultar hasta extraña o no podes identificarte con ella, aun así es mucho más sutil de lo que se pueda imaginar, ya que el instinto del ser humano busca la mejora continua para ser feliz. En la intención de mejorar continuamente se encuentra con resistencias en el camino como la mente o el cuerpo, las cuales las podemos identificar como comportamientos sociales de “estado de confort” , “procrastinacion” ,“seguridad laboral” este tipo de comportamientos que podemos identificar nos demuestra cuán vulnerable es el ser humano en caer en su propia trampa de intentar mejorar sin intentarlo. Llevando así una dinámica diaria de decirse a sí mismo que está mejorando aun sabiendo que no quiere mejorar, ya que requiere un cambio y en ese cambio se encuentra un gran movimiento de energía nueva que no está dispuesto a entregar ni movilizar, así quedando “estancado” en su nivel de comodidad.

El estado de comodidad no significa que sea cómodo, es decir, cuando decimos comodidad nos podemos imaginar una persona en un sofá mirando televisión comiendo comida y riéndose en estado de distensión, disfrute, placer o relajación, Comodidad traducida en comportamientos puede ser un estado de queja constante, quejarse por todo y con todo, quejarse del gobierno y culpabilizar su fracasada economía por ello, quejarse de la pareja que no le da afecto pero no cambia de pareja, se queja de los amigos que se aprovechan de su bondad pero no pone límites con ellos. Así hay muchísimos ejemplos de un estado de comodidad que son la traducción de un estado de resistencias al cambio tanto interno como externo.

La manifestación de dichas resistencias muestran un estado interno que se dice a sí mismo no estoy listo para el cambio, no estoy listo para lo nuevo. El estado de resistencia manifiesta emociones para que junto con la mente se llegue a la mejor excusa para postergar eso que deseas.

Si nos detenemos un momento a observar lo que estamos reflexionando podemos creer que tanto la mente y el cuerpo es muy contradictorio al mismo momento, porque si decimos que intuitivamente buscamos la mejora continua y después no queremos mejorar, ¿Que está pasando? ¿Paraqué sucede esta incoherencia?

La resistencia es tan natural como la mejora continua, lo complejo de aquí es que no aprendimos a cómo gestionar las resistencias, no se ha enseñado a como reconocerlas ni mucho menos a compartir lo que sucede internamente.

Lo bueno es que si hoy estás leyendo esta información significa que algo dentro tuyo busca una resolución a las situaciones de la vida, estar aquí significa que inconscientemente estás listo/a para recibir la información que impulse el cambio y la motivación hacia tu objetivo.

Inconscientemente y ahora consciente sabes que la única aprobación que necesitas es la de uno mismo. Que intentes buscarla en otra persona te llevara a la dependencia emocional y por aquí mi invitación es a que recuerdes que la decisión es plenamente tuya. Podrás pensar o sentir que de forma directa o indirecta “dependes” de los demás para el logro de tus objetivos, es un sí pero no, porque la decisión de comenzar es tuya y las personas que encuentres en el camino serán el resultado de tu decisión de HOY.

 

¿Estás listo/a?
Estas listo/a.